Se trata de vivir una experiencia de convivencia familiar en un entorno rural. Sin que la actividad reporte ningún complemento académico, resulta en cambio, ideal para aquellos chico/as que deseen conocer otras culturas, técnicas, habilidades y destrezas del mundo rural. Este cometido, los llevará evidentemente, a generar situaciones de intercambio en la comunicación, lo que se traducirá en un incremento en el conocimiento idiomático, consiguiendo fluidez en la conversación, y altas cotas de maduración personal.

 Esta modalidad permite la participación de jóvenes de entre 12 a 17 años de edad, pudiendo asistir de manera individual o con un acompañante. Su duración es de entre dos y cuatro semanas.

Los interesados, que deberán superar un proceso de selección previo, se verán beneficiados con el conocimiento de otras formas de realizar las tareas propias de la granja, despertando en ellos la inquietud de adoptar los conocimientos adquiridos a sus explotaciones familiares, de manera positiva para el negocio.

Esta modalidad, que exige que los solicitantes tengan entre 14 y 17 años de edad, tiene una duración mínima de tres semanas y un máximo de dos meses.